Un puente de Amor
Por Fernando Gorza
Paseando por el Pueblo me encontré con los invitados, elegantes y presurosos, acercándose a la Iglesia. El coro ensayando me dió una pista de lo que iba a ocurrir. Luego de almorzar en uno de los “boliches” de la plaza volví a la Iglesia. Todo estaba en marcha. El Ave María, siempre hermoso y emocionante, sellaba para siempre el comienzo de muchos sueños, renovadas ilusiones y la agradable sensación de esos novios de comenzar juntos a andar un nuevo camino.
Fotos: Florencia Olguín
SAN ANTONIO DE ARECO.- Y un sábado a la tarde vuelve a ocurrir… Nace una nueva unión para siempre. Se empieza a edificar un puente de amor sobre pilotes fuertes a prueba de tormentas y vientos y el comienzo queda marcado en la Iglesia San Antonio de Padua de esta hermosa y pintoresca localidad de la Provincia de Buenos Aires.
Paseando por el Pueblo me encontré con los invitados, elegantes y presurosos, acercándose a la Iglesia. El coro ensayando me dió una pista de lo que iba a ocurrir. Luego de almorzar en uno de los “boliches” de la plaza volví a la Iglesia. Todo estaba en marcha. El Ave María, siempre hermoso y emocionante, sellaba para siempre el comienzo de muchos sueños, renovadas ilusiones y la agradable sensación de esos novios de comenzar juntos a andar un nuevo camino.
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