¿Me amas mas que a estos?

Por Fernando Gorza




CAFARNAUM.- A la orilla noroeste del mar de Tiberíades se ubica una de las ciudades más amadas por Jesús. Caminar sus calles de piedra con vistas a la verde y florida Galilea es una invitación a recrear tantos milagros, tantos encuentros con sus discípulos, escuchar sus palabras que llegaron a nosotros en forma de parábolas completas de sentido y enseñanza.

Visitar Cafarnaúm y otras ciudades de Israel cambió para siempre mi vida como Cristiano. Mi viaje a Tierra Santa marcó un antes y un después. Cuando leo y escucho las lecturas de las sagradas escrituras, en pocos segundos me traslado a esos lugares. Logro volver a sentir el calor soberbio del desierto, a escuchar el apacible silencio del mar, a oler cientos de especias en los mercados de Jerusalém; vuelvo a sentir la emoción de tocar la piedra de la resurrección en el Santo Sepulcro y mi cuerpo se recoge en una noche fría y lluviosa al costado de los milenarios olivos del Huerto de Getsemaní.

Una de las tantas imágenes que conservo en mi corazón es la imagen de la estatua que se ubica al pié del Santuario Primado de Pedro en uno de los costados del Mar de Galilea. Cuando la vi por primera vez me impactó por su belleza, su expresividad y la claridad de la escena. La mano de Jesús sobre la cabeza de Pedro que lo mira arrodillado y asustado es más que significativa.
En ese brazo extendido y firme entendí la compasión del Señor que a la vez encierra ese amor que lo abarca todo, que lo perdona todo. Sin salir de su sorpresa y asombro al verlo resucitado, Pedro es interrogado por Jesús: “…¿me amas más que a estos?… Sí Señor, tu sabes que te amo…” (Jn 21 1-23).

Al releer ese pasaje de la Biblia pienso en cuántas veces esa misma pregunta se nos presenta en nuestra vida cotidiana, en un hermano que vive en calle, en un amigo que nos pide ayuda, en un familiar que necesita ser escuchado, en alguien que simplemente necesita algo de nosotros.
En cada uno de ellos tenemos una nueva, única e incomparable oportunidad de volver a amar.  

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